viernes, 4 de abril de 2014

Médicos de Costa Rica sufren secuestro ‘virtual’ durante paseo a México

Una pareja de médicos ticos sufrió un secuestro “virtual” durante dos días, en México.
El hecho ocurrió apenas llegaron a San José del Cabo, en Baja California Sur, México, para vacacionar en un hotel todo incluido.
El secuestro “virtual” se inició el lunes anterior, a las 5 p. m., y tuvo su desenlace, este miércoles, a la 1:30 p. m., cuando las víctimas fueron rescatadas en un operativo coordinado entre el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Policía mexicana.
El secuestro “virtual” es una nueva modalidad que utiliza el hampa mexicana y consiste en engañar a la víctima con una falsa investigación. La intimidan para que no hable con nadie, no use el celular y permanezca oculta, mientras los delincuentes piden dinero a la familia.
En este caso, al inicio, exigieron $100.000. Aunque sí hubo pago, fue una suma muy inferior, admitió la familia.
Los profesionales, ambos de 28 años y quienes laboran en hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), tenían prevista su llegada al aeropuerto Juan Santamaría, en Alajuela, ayer jueves, a las 11 p. m.
Francisco Segura Montero, director del OIJ, quien confirmó la situación, explicó que las víctimas fueron envueltas en un ardid allá en México, que permitió a los delincuentes extorsionar a la familia en nuestro país.
“Estamos elaborando un informe sobre lo actuado en nuestro país, para enviarlo a la Procuraduría General de la República en México, para que ellos armen el caso y procedan a las acusaciones en esa nación”, manifestó.
La cónsul general de Costa Rica en México, María Amelia Hidalgo, dijo que este secuestro “virtual” es el primero registrado contra nacionales. Una vez rescatada, a la pareja se le suministró la ayuda necesaria.
El padre del médico (cuya identidad se protege) dijo a   La Nación  que se hicieron varios pagos en pequeños envíos. ‘Ese dinero lo recogimos con amigos y familiares. Ahora  tenemos que ver cómo hacer para pagarlo’, manifestó.  |  JORGE NAVARRO
El padre del médico (cuya identidad se protege) dijo a La Nación que se hicieron varios pagos en pequeños envíos. ‘Ese dinero lo recogimos con amigos y familiares. Ahora tenemos que ver cómo hacer para pagarlo’, manifestó. | JORGE NAVARRO
Vacaciones. El papá del doctor, quien habló con la condición de que se protegiera la identidad, dijo que la pareja (llevan año y cuatro meses de casados) tenía planeado, desde hace bastante tiempo, ir a vacacionar a un hotel todo incluido, en Baja California, México.
“Salieron el lunes, a las 7 a. m. y llegaron a las 5 p. m. al hotel. Diez minutos después de estar en el lugar, donde iban a vacacionar, los llaman de la recepción y les dicen que es una llamada de la Policía.
”El sujeto que habla dice que están siendo investigados por tráfico de armas con el cartel de los Zetas, que para su seguridad deben salir del hotel, que no deben hablar con nadie, ni usar el celular y que busquen un hotel más modesto, mientras sigue la investigación.
”Les pidieron comprar un teléfono mexicano y que apenas lo tuvieran, les informaran el número. Casi al mismo momento, estaban llamando al celular de la mamá, para decirle que el muchacho estaba secuestrado. Exigían una suma astronómica y que si no pagaban, iban a matar a mi hijo y vender cada uno de sus órganos. Imagínese lo que eso significa para uno. Igual llamaron a la familia de la muchacha”, narró el padre.
Agregó que inicialmente estaban temerosos y confundidos porque les pedían no hablar con la Policía, pero una familiar los convenció de poner la denuncia al OIJ.
“Fue lo mejor que pudimos hacer. El martes, a las 7.30 a. m., tenían un comando de crisis y 15 oficiales trabajando en el asunto. Ellos nos prepararon sobre cómo actuar cuando llamaran. Los secuestradores hicieron 60 llamadas”, dijo.
El papá del médico admitió que durante el proceso debieron hacer pequeños envíos de dinero, uno de los cuales, dijo, fue robado por la persona que lo retiró. “Eso lo supimos, porque quien llamó, nos lo dijo. Estaba bravísimo”, comentó.
Este caso concluyó, cuando desde aquí convencieron a los delincuentes de que el dinero solo podía ser enviado a las víctimas y que ellos lo debían recoger.
El miércoles, a la 1:30 p. m., la pareja salió del hotel donde estaba escondida para sacar el dinero. En ese momento, la Policía Federal de México los identificó y les dio protección.
La Policía mexicana informó al OIJ que las llamadas hacia Costa Rica se hicieron desde un centro penal en Tamaulipas y que tenía identificadas a seis personas, como implicadas en el hecho. Hasta ayer no había detenidos.

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