Es el caso del procesador que gobierna el ordenador de vuelo de la nave Orión, que se basa en una consola de Honeywell originalmente destinada a aviones comerciales de Boeing. El procesador de esa consola no es otro que el IBM PowerPC 750FX, un microprocesador que se presentó en el mercado en 2002. Ahí es nada.
Un iBook G3 como "piloto espacial"
Esa longevidad no debe extrañarnos, porque lo importante en las misiones espaciales es la fiabilidad de estas soluciones, y no su velocidad. Los componentes deben ser evaluados una y otra vez, y luego reforzados para contrarrestar cualquier posible contratiempo. Y eso es precisamente lo que proporcionan estos procesadores, que de hecho fueron utilizados enalgunas versiones de los iBook G3 que se presentaron en 2003, e incluso en algunos iMacs de aquella era también.
Los PowerPC 750FX que gobiernan la nave Orión corren a 900 MHz y tienen un bus a 166 MHz, 512 KB de caché de nivel 2 y están fabricados en tecnología de integración de 130 nm. Esos números se quedan lógicamente muy atrás si tenemos en cuenta que hoy en día Intel ya fabrica micros en escala de 14 nanómetros y que básicamente el 750FX dispone de unapotencia similar a la que tienen los chips ARM de los Samsung Galaxy SIII.
Eso sí: en el caso de la nave Orión el procesador se ha reforzado con placas más gruesas, mecanismos de protección a las vibraciones, o protección especial frente a la radiación. Aun si esa protección o cualquier otro subsistema fallase, la nave dispone no de un ordenador auxiliar más, sino de dos.
La redundancia en el sistema va más allá, y en la NASA integran dos chips PowerPC 750FXque trabajan de forma independiente, y que se evalúan mutuamente. Si alguno de los dos encuentra un fallo en el otro y las salidas esperadas no coinciden, el sistema se detiene y se reinicia, teniendo de respaldo a los otros dos ordenadores para reducir al mínimo la probabilidad de problemas en estos sistemas.
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