El negocio de la "nube" confirma su auge. Y la firma IBM lo sabe. El pasado 17 de enero la empresa anunció en un comunicado que planea invertir más de US$ 1.200 millones para expandir significativamente su huella global de cloud computing.
El objetivo de la compañía es construir 40 nuevos centros de datos distribuidos en 15 países de cinco continentes: Norteamérica, Sudamérica, Europa, Asia y Oceanía (Australia) y seguir así con la internacionalización de su servicio.
Los centros de datos que se construirán en los primeros meses se ubicarán en China, Washington D.C., Hong Kong, Londres, Japón, India, Canadá, Ciudad de México y Dallas.
La compañía profundizará su negocio con la construcción masiva de centros de datos para empresas a nivel mundial; serán 40 centros ubicados en países de cinco continentes
El proyecto incluye una red de centros diseñados para dar a los clientes más flexibilidad, transparencia y control en el manejo de sus datos, la conducción del negocio y la implementación de sus operaciones de tecnología informática localmente en la nube.
Con este anuncio, IBM busca imponer su presencia en los principales centros financieros, con planes de expandirse a Medio Oriente y África en 2015.
Este anuncio se suma a la reciente adquisición de SoftLayer —una empresa de soluciones en cloud computing— por US$ 2.000 millones del pasado año. Según Erich Clementi, vicepresidente senior de IBM Global Technology Services la nueva inversión “es otro gran paso hacia la expansión global de la huella de nube de IBM para ayudar a los clientes a impulsar la transformación”."Cloud representa un área de crecimiento para la inversión de capital de riesgo", dijo Ann Winblad, co-fundador y director general de Hummer Winblad Venture Partners. "Al invertir en el ecosistema de la nube, IBM no sólo hace que sea más fácil para las empresas adoptar la nube y fomentar la innovación, sino que también ayuda a las nuevas empresas de todos los tamaños a despegar más rápidamente”, añadió.
IBM busca captar un mercado global que crece año a año y que, según estimaciones, llegará a los US$ 200.000 millones en 2020, impulsado en gran medida por empresas y organismos de gobierno que implementan servicios de nube para comercializar, vender y desarrollar productos, manejar su cadena de suministro y transformar sus prácticas de negocio.