- La alemana Infineon recibirá la multa más alta, 82,8 millones
- Mientras que la holandesa Philips deberá pagar 20,1 millones
- Y la surcoreana Samsung tendrá que desembolsar 35,1 millones
El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia.EFE/Julien Warnand
Fuente: RTVE.es / EFE
La Comisión Europea (CE) ha multado con 138 millones de euros a Philips, Samsung e Infineon por participar en un cártel de fabricantes de chips para tarjetas en Europa entre septiembre de 2003 y septiembre de 2005.
Renesas, entonces una empresa conjunta a manos de las japonesas Hitachi y Mitshubishi, también participó en el cártel pero no recibió sanción económica debido a que su cooperación con Bruselas permitió descubrir el cártel.
La alemana Infineon recibirá la multa más alta, 82,8 millones, mientras que la holandesa Philips deberá pagar 20,1 millones y la surcoreana Samsung tendrá que hacer frente un desembolso de 35,1 millones, después de que Bruselas redujera su sanción en un 30% debido a su cooperación en el caso.
"Es esencial que las empresas que los producen se centren principalmente en superar a sus competidores, innovando y ofreciendo los mejores productos a los precios más competitivos", ha dicho el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, en un comunicado.
"Si, por el contrario, las empresas optan por ponerse de acuerdo en detrimento de los clientes y usuarios finales, pueden ser objeto de sanciones", ha subrayado.
Intercambio de información sobre precios, clientes, contratos
Almunia ha explicado que, hoy en día, casi todo el mundo utiliza los chips para tarjetas, que se encuentran en las tarjetas SIM de los teléfonos móviles, en las tarjetas de crédito e incluso en los pasaportes.
La Comisión ha destacado que las empresas implicadas en el cártel "se confabularon a través de una red de contactos bilaterales con el fin de determinar sus respectivas respuestas a las solicitudes de los clientes de precios más bajos".
Las cuatro partes discutieron e intercambiaron información comercial sensible sobre precios, clientes, negociaciones de contratos, su capacidad de producción y la utilización de esta capacidad, así como sobre su futuro comportamiento en el mercado, ha explicado.