Imagen con fines ilustrativos. Shutterstock/La República.
Hace unos 3 años atrás, tuve la oportunidad de abrir el BarCamp en Costa Rica, precisamente en la Universidad Latina, con el tema "Sociedades del Conocimiento". Para esa edición del 2014, el lema era: "Lo bueno se comparte". Algo de lo que mencionaba en mi charla de aquel entonces, es cómo en la distintas eras de la humanidad, la era agrícola, la era industrial y la era del conocimiento; ha evolucionado el uso de los recursos trabajo, capital, tierra y conocimiento. Y es que durante la era industrial, un período que tuvo su apogeo entre 1650 y 1750, surgieron los grandes centros hurbanos, aparecieron las máquinas, el concepto de productor y consumidor y la educación fue separada de la vida familiar. Las escuelas imponen ideas de estructuras propias en la vida industrial, puntualidad, obediencia y trabajo repetitivo. Durante la era del conocimiento, más o menos los últimos 40 años, surgen una gran cantidad de cambios catalogados como "desmoralizadores", rompiendo paradigmas de la segunda era. Aparece el concepto de Prosumidor ( fusión entre productor y consumidor ) y se acentúa y aplica la fuerza mental del ser humano. Los sistemas cibernéticos, computacionales, de comunicación, el internet, etc, funcionan como amplificadores de la fuerza mental. Nace la cultura "sin hijos" como lo vemos en muchas de las sociedades Europeas y el principal mal a combatir para el ser humano, es la soledad.
En una cita de Davenport, 1999: "Podríamos decir que pasamos de una era en donde el principal proceso para generar valor o riqueza era la transformación de materias primas en productos, a una era en donde el conocimiento se ha convertido en un factor clave y distintivo que permite transformar insumos en bienes y servicios con mayor valor agregado." Ya en la literatura pre era industrial, en la obra del dramaturgo inglés Ben Jonson, "El Alquimista", escribe el mismo: "El conocimiento es como el fuego, que primero debe ser encendido por algún agente externo, pero que después se propaga por sí solo."
Todos los modelos educativos, se basan en dos tendencias: El modelo Continental o Napoleónico ( estudiar mucho pocos años, para trabajar toda la vida ) y modelo Nórdico o Anglosajón ( estudiar toda la vida, para trabajar toda la vida ). El primero supone un ciclo corto de aprendizaje, que se conoce como "Socialización del Conocimiento", con formación especializada, destrezas profesionales concretas, diseñada por contenidos, mercado laboral y atribuciones profesionales. El segundo, supone un ciclo largo de aprendizaje, con "Formación de élites intelectuales", competencias con objetivos amplios, profundización en la ciencias y en la técnica, con grados de doctorado.
Este artículo de La República, no hace más que adoctrinar al colectivo a permanecer bajo un orden de jerarquía de Patrón-Empleado, sin impulsar el nacimiento de emprendedores, que son aquellos individuos que pueden hacer de nuestro país, un lugar mejor para vivir. Como lo dice Camilo José Cela, Premio Nobel de Literatura y Premio Cervantes: "No es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, como no es lo mismo estar jodido, que estar jodiendo".
Estos artículos, son escritos y publicados con toda la mala intención de mantener a un pequeño y selecto grupo, con el poder económico y social del país, e impedir así, que suceda una verdadera revolución emocional, que despierte y si de cuenta de una vez por todas, que están siendo manipulados, una y otra vez.
Ahora que tendremos elecciones a principios del próximo año, mucho cuidado a la hora de votar o no votar. Porque si nos dejamos ir por manipulaciones mal intencionadas, nos estarán jodiendo más de lo que ya estamos y como lo dice don Camilo, no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo y en nuestro bello país, con este tipo de candidatos y con este tipo de prensa, que baila al compás de los intereses económicos, nos tienen jodidos.
Artículo de La República: https://www.larepublica.net/noticia/ocho-de-cada-10-empleos-en-el-futuro-seran-para-tecnicos
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