¿Alguna vez te has preguntado por qué se utilizan las calabazas como candiles en Halloween? El origen de esta tradición se creó cuando los irlandeses migraron a Estados Unidos a partir 1848 y llevaron consigo la leyenda de la lámpara de Jack, la cual causó la popularidad de tallar calabazas durante Halloween.
En el libro “The Jack Lantern Ghost” de la cronista estadounidense Nancy Rhyne, se narra la leyenda de la siguiente forma:
Mientras Jack el tacaño bebía el último trago de una botella de whisky en una taberna, observó que el diablo estaba sentado a su lado. Jack quien siempre había sido un hombre inteligente decidió ofrecerle un trato. Así que le propuso su alma a cambio de una copa de vino y pagar todas las bebidas que había consumido.
Sin dudar, el demonio aceptó el pacto y pronto se convirtió en una moneda para pagar al cantinero. Pero al verlo vulnerable, Jack decidió guardar la moneda en su bolsillo junto a una cruz de plata y así impedir que Satanás se liberara hasta prometer que no reclamaría su alma en diez años. Lucifer no tuvo más remedio que aceptar el trato.
Diez años más tarde, Jack y el diablo se encontraron en un bosque para saldar su deuda. Pero antes de que Satán se llevara su alma, Jack le pidió un último deseo –¿Podrías bajarme aquella manzana del ese árbol por favor? – El demonio pensó que no perdía nada y de un salto llegó a la copa, mientras buscaba la manzana, Jack marcó rápidamente una cruz en la corteza del árbol y le obligó prometer que jamás le pediría su alma nuevamente. El señor del infierno no tuvo más remedio que aceptar.
Unos años más tarde Jack murió, pero no pudo entrar al cielo porque durante toda su vida había sido un borracho y un estafador. Entonces fue al infierno, pero el diablo lo reconoció y lo envió de vuelta para no faltar a su promesa de tomar su alma –¿A dónde iré ahora? preguntó Jack, el diablo le contestó –vuelve por donde viniste.
El camino de regreso era oscuro y frío por eso el demonio le lanzó un carbón encendido para que pudiera caminar en la penumbra. Jack colocó el pedazo de carbón en un nabo que había vaciado para que no se apagara con el viento… ahora vaga sin rumbo y con su linterna para toda la eternidad.
Sin embargo, cuando los irlandeses llegaron a Estados Unidos remplazaron el uso del nabo por una calabaza para simbolizar el carbón del diablo y desde ese momento se convirtió en una importante tradición de Halloween.
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