Aunque no nos guste aceptarlo, todos y todas de alguna otra manera, llevamos con nosotros un sello que nos define.
En mi caso, a pesar de vivir muy lejos de la cuna en donde se propiciaban dichos cambios, soy parte de una generación transitoria entre lo materialista y lo humano. Mis maestros y profesores, crecieron en la época de la guerra fría y de la carrera por la conquista del espacio. Pero también, se encontraron en la Universidad, con la ola de los "hippies", de la apatía generalizada por los problemas de la vida y de una libertad vestida de libertinaje, que no les deparo nada especial. Durante mi infancia, a la cuál aún tengo buen acceso, rebusco una y otra vez, recuerdos que marquen de una otra forma mi vida actual y veo con nostalgia aquellos días, que quedaron atrás hace ya, muchos pero muchos años. Recuerdos de nuestro primer televisor blanco y negro, de la crisis económica de los años 74-78, con las devaluaciones del colón ( moneda local ) y la quiebra de muchas financieras, que atraían a los crédulos con tasas de interés altísimas, como "Orlando Sotela te engañé", los Yasdani y muchos otros, que sembraron el verdadero terror y miseria de muchas familias costarricenses. Creciendo con el chavo del 8, titánes en el ring, los polivoces, "Hawai 5.0", el salón de la justicia, el mundial de Argentina 78, etc; no era posible dislumbrar un futuro tecnológico, cuando lo más moderno, era el novedoso Walkman de baterías sin casetera, con el cuál escuchaba la "Vuelta Ciclística a mi país".
Los teléfonos rojos de disco, era la manera moderna, de tener contacto con las personas más cercanas, eso sí, con una buena dosis de cuido, ya que los mismos, tenían candado, para evitar, que el "chiquillo" de la casa, lo utilizara para jugar. El pellejo o la bola de cuero, el juguete más apreciado, agonizaba lentamente, como consecuencia del desgaste sufrido, por lo accidentado del "potrero" o lo áspero de la calle, que para aquellos tiempos, la norma general, era de tierra y no de "concreto" o "pavimento" como hoy en día y era el punto de partida, para soñar por un momento, que era "Pelé", "Garrincha", "Ardiles", "Sepp Maier" o "Kempes". Salir a jugar fuera de nuestras casas, no era algo prohibitivo, más bien, era una acción obligada. Se compartía mucho con el resto de la muchachada del barrio y todos nos conocíamos. Además de ser compañeros de juegos, eramos compañeros de escuela y por tanto, casi nos tratábamos como hermanos.
Si se necesitaba algo en la cocina, salíamos corriendo a la "Pulpería", a hacer el "mandado" y como parte de la recompensa, obtenidos un "cinco" y en ocasiones un "diez" con lo cuál, podíamos, comprar "marcianitos" o un "boli", para quitar la sed, de la mejenga de media tarde. A las 3:00 pm, el receso era obligatorio, para ir a tomar café con galletas semi-soda o pan, acompañado de mantequilla y de en vez en cuando, paté, jalea o algún otro ingrediente especial.
No teníamos computadoras, por tanto, los ratos en una silla o un sillón, eran escasos. La única manera de permutar en la casa, era observando el programa de televisión favorito, cuando el tiempo impedía salir a "mejenguear", para pegar las postales de los álbumes que coleccionábamos con locura o por alguna razón especial, no nos dejan salir.
Hoy con 44 años, tengo hijos entre los 13 y 16 años. Ellos son hijos de la generación "Z", altamente tecnológicos y apáticos a las actividades físicas. Lo más extremo que hacen, es llevar el plato a la cocina después de comer o hacer la merienda. Pasan largas horas, metidos en sus cuartos, en facebook, youtube, twitter ó cualquier otra red social emergente. Tienen centenares de amigos en sus perfiles, pero muy pocos, realmente los conocen personalmente. Hablan en un idioma distinto al nativo. Conocen lo último de la moda, la tecnología, el entretenimiento y se baten día a día, con encontrar algo que los identifique. Un día les gusta la "música basura" y al otro día, son rockeros o de la onda "HardCore".
Pero lo que si es cierto, es que son nuestros hijos y ellos en los próximos 15 años, quienes tendrán la dirección de este mundo y eso me preocupa por partida doble, porque al ser padre y también docente, estoy contribuyendo a formar esta generación, que poco se preocupa por lo que sucede a su alrededor y que generalmente, establecen todo alrededor del dinero, la fama y la apatía, pero que no están claros, de como conseguirlas.
Me parece una excelente oportunidad de crecimiento este evento, así que aquí les dejo la invitación completa.
Referencia Wikipedia
Se denomina Generación Z a la generación internacional nacida entre 1996 y el primer lustro de la década del 2000
Son jóvenes aplicados a las nuevas tecnologías y motivados por un aire de los años 1980. Se mueven por diversos estilos, siendo el rap, el pop, el heavy metal y el pop punk, los más seguidos. Es una generación consumista y pesimista, desconfia del gobierno e impulsiva. Generalmente son los hijos de la generación más joven de los Baby Boomers y de la Generación X. Los padres de esta generación en líneas generales nacieron entre 1960 y 1980.
Se los considera tecnológicamente muy conectados, habiendo tenido uso desde muy pequeños con tecnologías como DVD, Internet, mensajes instantáneos o SMS, comunicación por teléfono celular, reproductores de MP3, y el famoso YouTube, como consecuencia se denomina a los integrantes de esta generación como "nativos digitales".
Debido a que es una generación que surgió recientemente y es todavía muy joven, se considera que la misma se encuentra en formación.
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