En la popular biblioteca virtual de Wikipedia, dicta "El ser humano constituye desde el punto de vista biológico una especie animal bajo la denominación científica de Homo sapiens", del latín hombre sabio.
Meses atrás, muchos personas se quejaron a través de las redes sociales de nuestro país, como de una manera sumamente irresponsable, se publicaban fotografías sobre el estado en cuál había quedado los cuerpos de Marshall y su acompañante, en un medio amarillista del país.
Ayer y hoy, a pesar que se hace la aclaración que las imágenes pueden ser un poco fuertes, se ha difundido como un gran teatro, la muerte del dictador Libio, Moammar Gadhafi.
No es que no me haga sentir alegre que un pueblo más, tenga la posibilidad de regir sus camino y futuro, a partir de principios y normas que beneficien a la colectividad y no a una minoría. No es que sienta simpatía con el difunto dictador; lo que sucede, es que las imágenes con el rostro cubierto de sangre y en estado aparente de agonía de Gadhafi, no puede ser razón de regocijo de cualquier ser humano sabio.
No he tenido tiempo, para ver las redes sociales, a ver que dicen sobre esto. Pero les puedo decir, que nadie comenta hoy día, tan degradante espectáculo, dado a conocer a la comunidad mundial a través de las cadenas noticias, de los países que hoy brindan con sus copas en alto, la muerte, de quién en el pasado, fue su socio. Ojalá, que la historia y la humanidad tomen en consideración, que no sólo, se es dictador por quedarse muchos años en un puesto, también se es dictador, cuándo la versión de los hechos, no considera, que aquellos que comieron y compartieron con él ( Gadhafi ) en la misma mesa y que hoy son sus retractores, nos quieren hacer entender o enseñar, una sola cara de la historia.
Ojalá que la sangre inocente de tanta gente, no sea en vano. Ojalá que la muerte, algún día, no sea la única forma, para que estos personajes entiendan, que el camino, es otro. Ojalá, que algunos "líderes" cercanos a nuestra geografía, entiendan, que tarde o temprano el pueblo se cansa y toma en sus manos, la ley, para enderezar el camino. Ojalá que la guerra, no sea la máxima, sino la última acción, para que los pueblos recuperen su libertad.