Los que tengan en este momento, entre los 35 y 50 años, tendrán en alguna parte de su memoria, a aquél jugador "NEGRO", delantero del Puntarenense, que en todos los partidos le hacia goles a la Liga Deportiva Alajuelense y que a su vez, anotó uno de los goles más importantes en la fase de la clasificación rumbo a Italia 90, ante la selección USA y que por esas cosas de la vida, quedó fuera de la selección que participó en ese mundial, igual que otros recordados jugadores como el "Zancudo", Enrique Díaz, "Cabecita de Oro", Pastor Fenández, quién anotará el gol decisivo de la clasificación ante El Salvador, en el antiguo Estadio Nacional, el 16 de julio de 1989, etc.
Ese jugador de la década de los 80 y principios de los 90's, era Gilberto Rhoden Hernández, mi compa de estudio en la Escuela Nacional de Computación a Finales de los 80's.
Gilberto, el "Negro", es una de esas personas, que pasa los años y aún lo sigues viendo, como si hubiera sido ayer, cuando compartimos buenos y malos momentos. Aún recuerdo, cuando llegaba al laboratorio, despues de una jornada de entrenamiento en su equipo y me gritaba desde la puerta "Enano", para ver si ya había avanzado con la elaboración de la tarea programada. Una de esas personas que estimas y que cuando lo encuentras o hablas con él por teléfono, lo sientes como si fuera parte de tu familia, aunque escasamente, hemos compartido algunos pocos minutos durante estos últimos 15 años.
El trabajo, nuestras familias y las cosas personales de cada quién, nos han mantenido lo suficientemente ocupados, pero no ha sido en demasia, para de vez en cuando, saludarnos por teléfono o encontrarnos en la calle, con nuestras respectivas familias.
El "Negro", fue uno de los que no quiso hacer las del "Pato". Esta historia me la envió por correo el día de hoy y contiene un mensaje alentador y positivo y que quiero compartir con ustedes. El próximo mes, este blog cumplirá su primer año de existencia y si hubiera pensado y comportado como un pato, no lo habría logrado nunca.
A la Comunidad Oracle Hispana, especialmente, les pido que hagamos las del Águila y volemos. Si Ning, ya no formará parte de la Comunidad, podremos encontrar otro albergue, en donde podamos compartir experiencias, intercambiar conocimiento y fortalecer nuestra comunidad.
Don Fernando García, cuenta con mi apoyo.
El Arte de hacer la diferencia.!!
Harvey Mackay, nos cuenta una maravillosa historia acerca de un taxista que prueba este punto.
El estaba haciendo fila para poder ir al aeropuerto. Cuando un taxista se acerco, lo primero que Harvey noto fue que el taxi estaba limpio y brillante. El chofer muy bien vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros muy bien planchados, el taxista salio del auto dio la vuelta y le abrió la puerta trasera del taxi a Harvey.
Le alcanzo un cartón plastificado y le dijo: yo soy Wally, su chofer, mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi Misión.
Después de sentarse, Harvey leyó la tarjeta: Misión de Wally: "Hacer llegar a mis clientes a su destino final de la manera mas rápida, segura y económica posible brindándole un ambiente amigable...
Mi amigo Harvey quedo impactado. Especialmente cuando se dio cuenta que el interior del taxi estaba igual que el exterior, limpio sin una mancha!!
Mientras se acomodaba detrás del volante, Wally le dijo, "Le gustaría un café? Tengo unos termos con café regular y descafeinado. Mi amigo bromeando le dijo: "No, preferiría una soda' Wally sonrío y dijo: "No hay problema tengo un conservador con Coca Cola regular y dietética, agua y jugo de naranja. Casi tartamudeando, Harvey le dijo: "Tomare la Coca Cola dietética"
Pasándole su bebida, Wally le dijo, "Si desea usted algo para leer, tengo el Wall Street Journal, Time, Sport Illustrated y USA Today..."
Al comenzar el viaje, Wally le paso a mi amigo otro cartón plastificado, "Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que tocan, si quiere escuchar la radio".
Y como si esto no fuera demasiado, Wally le dijo a Harvey que tenia el aire acondicionado prendido y si la temperatura estaba bien para el. Luego le aviso cual seria la mejor ruta a su destino a esta hora del día. También le hizo conocer que estaría contento de conversar con el o, si Harvey prefería lo dejaría solo en sus meditaciones. ...
"Dime Wally, le pregunto mi asombrado amigo: siempre has atendido a tus clientes así?" Wally sonrió a través del espejo retrovisor. "No, no siempre. De hecho solamente los dos últimos dos años. Mis primero cinco años manejando los gaste la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas. Un día escuche en la radio acerca de Wayne Dyer un "Guru" del desarrollo personal.
El acababa de escribir un libro llamado "Tú lo obtendrás cuando creas en ello". Dyer decía que si tu te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás muy rara vez te frustraras. El decía, "Para de quejarte" Se diferente de tu competencia. No seas un pato. Se un águila. Los patos hacen bulla y se quejan, las águilas se eleven encima del grupo.
Esto me llego aquí, en medio de los ojos, dijo Wally. Dyer estaba realmente hablando de mi. Yo estaba todo el tiempo haciendo bulla y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Mire alrededor a los otros taxis y sus chóferes... los taxis estaban sucios, los chóferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos. Entonces decidí hacer algunos cambios. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios.
Se nota, que los cambios se han pagado, le dijo Harvey.
Si, seguro que si, le dijo Wally. Mi primer año de águila duplique mis ingresos con respecto al año anterior. Este año posiblemente lo cuadruplique. Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reserva a través de mi celular o dejan mensajes en mi contestador. Si yo no puedo servirlos consigo un amigo taxista confiable para que haga el servicio.
Wally era fenomenal. Estaba haciendo el servicio de una limusina en un taxi normal. Posiblemente haya contado esta historia a mas de cincuenta taxistas, y solamente dos tomaron la idea y la desarrollaron. Cuando voy a sus ciudades, los llamo a ellos. El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les sugería.
Wally el taxista tomo una diferente alternativa. El decidió dejar de hacer bulla como los patos y volar por encima del grupo como las águilas.
Los Patos hacen bulla, Las águilas vuelan.