Mi mente de mal pensado, no me deja en paz. Tengo que ser analítico, no encuentro ninguna otra forma de ver las cosas.
Durante mucho tiempo, se tuvo en secreto, el supuesto milagro otorgado a una tica, que en los últimos días, ha estado sonando, no sólo en la prensa de mi país, sino también, en cadenas internacionales como CNN.
No me molesta para nada, que alguien quiera darle un grado adicional de grandeza al trabajo realizado por Karol Józef Wojtyła, el Papa Viajero. Fue la figura pública de la Iglesia, más destacada de los últimos 30 años. Su simple mirada, daba una sensación de paz y respeto. Sus declaraciones, cercanas al final de su pontificado, fueron absolutamente valientes, quebrando la línea inquebrantable que la Iglesia había mantenido durante siglos.
Su claridad de mente me apasionó, a pesar de no ser un religioso ortodoxo, por mis desviaciones de pensamiento, en las cuáles tienen espacio, el respeto absoluto, a las creencias religiosas de las personas, sus preferencias sexuales o forma de pensar.
Hoy en día, cuando la sociedad costarricense, esta dando pequeños pasos de apertura, hacia un estilo de vida, más de inclusión de los grupos minoritarios y con una mayor apertura, a la conversación de temas con tanta "roncha", como la diversidad sexual, el aborto, los métodos anticonceptivos, la enseñanza de la sexualidad en la secundaria, fecundación in vitro, etc; y en el ocaso de su carrera como Arzobispo de San José, Hugo Barrantes, despliega su artillería política, ensuciando desde mi humilde opinión, la "buena nueva", de un hecho inexplicable, que sólo se le puede atribuir a un "Milagro", a un hecho divino.
El afirmar, que un hecho como este, es una señal, para evitar que el estado costarricense, se modernice y sea más acorde con nuestros tiempos, es simple y sencillamente, "vomitable"
Qué lástima, que un hecho tan poco inusual, atribuido a una persona, que para mí, por sí solo, era fuera de este mundo y que se le adelantó a su época, y que con sus mensajes, acciones y enseñanzas, permitió, que muchos y muchas, que en algún momento, nos alejamos de la Iglesia, - eso sí, aclaro, no de Cristo -, nos haya atraído nuevamente a ella; sea manipulado y utilizado, como demagogia por la Iglesia, para evitar, la maduración de un estado, más comprensivo y más acorde, con las necesidades, de sus inquilinos.
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